Fiona Davis llegó a la mansión acompañada de Charles y sus ojos se humedecieron al ver a los duques – tía – gimió y corrió a abrazarla. El sentimiento de abandono volvió, desde su matrimonio había tratado de embarazarse y al no conseguirlo se convenció de que tendría tiempo, no todas las mujeres lograban embarazarse de inmediato, su tía era el más claro ejemplo y no había razón para apresurarse, pero descubrir que su esposo tuvo un hijo con su amante y que ella era una actriz de teatro a la que todos conocían, fue un duro golpe. La duquesa se sentó con ella y sostuvo su mano – mi niña, ya no llores, la vida es tan hermosa, no puedes desperdiciarla de esta forma. – ¿Y qué más puedo hacer? – musitó en un tono agudo – hablé con mi madre y ella me confesó que papá la engañó al comienzo de s