Artemisa negó con su cabeza para espera lo mejor y se mordió el labio al notar que Apolo y uno de los otros hombres comenzaban a hablar de una forma un tanto subida de tono. Los timbres en el celular comenzaron a sonar por lo que a la castaña se le hizo extraño que Ares no contestara. — Te dije que no lo iba a… — Gabriela fue interrumpida por el tono de voz del gemelo. — ¿Ahora que mierda quieres Apolo? — Le preguntó de forma tajante y agresiva — ¿Ya salieron de ese maldito hoyo de drogadictos en el que metiste a todos? — Ares — Hizo una pausa — Ahorita no es tiempo de que te enojes, necesitamos que vengas y ayudes a tu hermano y a los demás — Artemisa le contestó en vez de la persona que el susodicho esperaba escuchar. — ¿Siguen en ese lugar? — El tono de voz cambió a uno mucho má

