Y así fue como todos en la camioneta se vieron un tanto sorprendidos e interesados en lo que había pasado, pero decidieron no decir absolutamente nada y seguir como si nada hubiera pasado. Cuando llegaron a la cabaña, todos comenzaron a bajarse y adentrarse a ella para poder sacar sus maletas de los cuartos. Gabriela iba a despertar a su amiga pero Apolo la detuvo negando con su cabeza ante esa opción que iba a hacer. — No lo hagas — Murmuró viendo como la castaña tenía su semblante completamente tranquilo — Se ve que le falta descansar por todo lo que pasó en estos días. — No creo que la cabaña la haya cansado tanto — Le contestó aún con su mirada en su mejor amiga. — No digo solo lo de la cabaña Gabriela, también habló sobre lo que pasó en su trabajo — Se encogió de hombros — As

