Sasha observó cómo Atenea seguía metiendo ropa a su maleta color marfil con un semblante un poco serio. La susodicha al notar cómo la estaba viendo su amiga se detuvo de lo que estaba haciendo y se paró enfrente de ella con sus manos en cada lado de su cintura. — ¿Qué quieres o por qué me estás viendo de esa forma Sasha? — Le preguntó un tanto irritada al notar la forma en la que sus ojos se movían hacía su maleta — ¿Por qué llevas tanta ropa si solo nos vamos a quedar dos o tres días máximo con ellos? — Le preguntó una vez que ambas se estaban observando con atención. — Porque la ropa nunca es suficiente Sasha — Se encogió de hombros y siguió metiendo cosas — Así que por eso me llevaré esto… y créeme que es muy poco para lo que me he acostumbrado de llevar conmigo a otros viajes.

