A la mañana siguiente de un día sumamente acalorado por las peleas y las noticias nuevas, Artemisa y Gabriela cerraron la maleta que cada una se iba a llevar durante los días que iban a pasar en la casa de campo de los gemelos Black. A eso de las diez de la mañana la castaña recibió un mensaje de Apolo sobre el itinerario de ese mismo día, por lo que se apresuraron a bajar sus cosas al primer piso de la casa.
— ¿Entonces va a pasar por nosotras en una hora? — Gabriela observó a su reloj mientras fruncía el ceño — ¿A las once y cuarto o un poco antes? — Artemisa se encogió de hombros al no saber si esa era la hora exacta — Yo quiero toda la información Isa, no me puedes tener con el pendiente de saber a que hora tengo que estar lista.
— Pero según yo tú ya estas lista — Señaló sus cosas
