- muy lista- dice el muy imbécil y me tira a la cama con brusquedad. Gimo del Miedo. se pone arriba de mí. Me agarra las manos y las pone enzima de mi cabeza. forcejeó con él. Pero no logro hacer nada, me inmoviliza con su cuerpo y esta posición no me gusta.
- suéltame o te juro que lo vas a lamentar- le digo entre dientes furiosa y sonríe de lado. saca su arma y me la pone en la cabeza me apunta y me quedo paralizada.
- tu a mí no me amenazas - me dice mientras con una mano agarra mi cara fuerte y la otra me apunta. Tiemblo de miedo. Este tipo me puede asesinar en cualquier momento eso me dice su mirada.
- te crees muy hombre apuntando con esa arma, pero sin ella te aseguro que no eres nada - digo entre dientes y guarda su arma detrás en su pantalón. me mira retándome. con una mano abre mi bata, acaricia mi escote. Me pongo nerviosa y me asustó me va a violar
- ¿Que decías? - pregunta roncamente mientras su cara se acerca a mi oído y muerde mi oreja. Respira profundo y luego vota el aire y mi piel se eriza. Mi respiración aumenta. Lentamente baja sus manos por el valle de mis senos y me mira. No hago nada para estoy aterrada y él lo sabe. sonríe con cinismo. Pone sus manos en mi cintura desnuda gracias a mi blusa que se a alzado y empieza a subirla lentamente dejando mi abdomen desnudo. Sus ojos no se despegan de los míos, nunca había visto unos ojos tan penetrantes y profundos y a la vez tan intimidantes. Cuando la blusa llega hasta mis pechos la mira mi abdomen desnudo y pasa su mano por mi plano vientre lentamente. siento una corriente eléctrica que me traspasa y me estremezco. Este sentado enzima de mi cadera y su pecho sube y baja. Acaricia mi vientre como si fuera de cristal y va subiendo y pasa su mano por en el medio de mis pechos y sigue su recorrido por mi cuello y sigue subiendo. llega a mis labios y los acaricia y los pellizca. Mi boca esta entre abierta y ingresa un dedo a mí boca y La recorre y lo saca. No lo alejó de mi por curiosidad. Quiero ver hasta dónde es capaz de llegar. Me mira fijamente y lleva su dedo a su boca y lo chupa. es lo más sexy y erótico que eh visto. Se acerca a mi tanto que su cara queda a centímetros de la mía y siento su respiración y el la mía. Pone cada mano a cada lado de mi cabeza y me mira fijamente y es como si buscara algo en mí. O esperando algo. Pero reaccionó. está no soy yo.
- quita tus sucias manos de mi - le exijo entre dientes y se ve sorprendido por mi reacción. Apuesto a que esperaba a que callera en su juego de seducción. soy modelo y actriz. Se muy bien cómo se juega esto. - acaso estas muy necesitado para abusar, también eres un violador- afirmó molesta y sonríe de lado como satisfecho con mi respuesta.
- escucha bien monjita no eres mi gusto, ni mucho menos mi línea. - dice viendo mis pechos con deseo. - Yo jamás eh abusado y no empezaré ahora y menos con un experimento fallido de mujer. - dice entre dientes sin alejarse de mí. Me está provocando y me va a encontrar
-imbécil- digo molesta y alzó mi cara para encararlo - estoy de acuerdo contigo sabemos perfectamente que no son tu línea ni tu gusto. Jamás podrías tener a una mujer como yo y no te haces ilusiones - digo sonriendo- jamás tendrías acceso a mí. Porque yo estoy en el cielo y tú en el infierno. Que bien que tengas los pies sobre la tierra - le digo segura. Cuando quiero puedo ser una completa perra.
- ya cállate- me dice entre dientes y al parecer mi comentario lo molesto. Se aleja de mí y se sienta en el sofá a mirarme fijamente y me incómoda su mirada. Bajo mi blusa y la acomodo. Caminó por la habitación y su mirada me sigue Prendó la luz y parpadeó varias veces por la luz. Me giro y me arre cuesto en la pared y lo observó. Es como pensaba, alto muy alto. Como 1,98, cuerpo grande atlético brazos fuertes piel bronceada ojos azules como nunca había visto. Sus ojos son tan bellos, pero apagados. Un azul intenso, pero sin brillo, sin vida. Fríos como el hielo. Cabello castaño claro y un rostro hermoso es como un dios griego. Nunca había visto tanta perfección en un hombre. Su cara es tan varonil pero hermoso. Tiene una camisa y una chaqueta con capucha y unos jeans. No es la clase de hombre con los que me rodeó, ni mucho menos su forma de vestir. Pero si el más guapo. Sigo mirándolo. En Sus brazos se ven ciertos tatuajes y quisiera saber qué son. me doy cuenta que el me mira intensamente y me repara más de lo que yo lo hice. Se ve sorprendido y excitado. Su mirada viaja por todo mi cuerpo y aplaudo llamando su atención
- deberías dejar de mirarme tanto. - le digo algo incómoda ya que su mirada es tan intensa. lentamente se cerca y es tan intimidante.
- ¿Por qué? - pregunta ronco. Está jugando conmigo. El juego casa al ratón. ¡¡Maldita sea yo soy el ratón!!
- es incómodo - le digo segura y sonríe de lado y miró a la ventana
- para mí no lo es. - dice Seguro. Cuando llega a mí me mira. Yo mido un 1,76 pero el con su altura y todo el, me hace ver indefensa y diminuta. Baja la mirada hacia mí.
- al parecer te gusta acorralar - digo viendo hasta donde es capaz de llegar.
- ¿te sientes acorralada? - pregunta y sonrió de lado me pongo en punta de pie para alcanzar más altura y me inclino un poco más cerca
- ¿qué crees? - pregunto casi cerca de sus labios y sonríe de lado. Su mirada me quema, pero me gusta.
- no me provoques - dice sonriendo viéndome de arriba abajo - no me quiero quemar en el infierno por hacer pecar a una monja. - dice con burla y se echa para atrás. Imbécil
- sabes yo creo que de todos modos te quemarás en el infierno. - digo y niego y sonríe y regresa a sentarse en el sofá
- ¿tan necesitada estas? - pregunta con burla
- yo necesitada ya quisieras que lo estuviera para hacerme el "favor"- le digo molesta- además tú a mí no me haces pecar- le aseguro
- tengo amigos que si te harían el favor, claro no tan bellos como yo, pero te lo podrían hacer - dice con burla.
- más bien creo que el necesitado eres tú, porque no dejas de verme si quieres me tomas una foto. - le digo mientras le quiño un ojo. - me pagan por dejar que me tomen una, pero para ti será gratis, con tal que me deje de ver - le digo con seguridad y arrogancia.
- ¿debo sentirme afortunado por la foto? - me pregunta con burla. Asiento con arrogancia
- te puedo asegurar que sí. - le aseguro
- tienes razón. - dice y sonríe con malicia - posa- me dice y sonrió y posó y saca un teléfono que no había visto y me toma una foto.
- borra eso. - le exijo molesta. No puedo dejar que alguien vea esa foto de mí. Mucho menos que llegue a los medios de comunicación
- ¿Por qué lo haría? sí me dijiste que te tomara una foto - me dice y niego molesto
- más te vale que la borres- le advierto
- ya cállate. Necesito tu teléfono - me dice molesto.
- ¿para qué?- pregunto - y no me mandes a callar- digo molesta y me siento en mi cama.
- que me lo entregues- me ordena y lo fulminó con la mirada
- no- le digo seria mirándolo. Sonríe y se acerca- eres un irrespetuoso, mal educado. - le digo molesta - pero dudo que sepas que son modales - le digo de mala manera
- haber disculpe mis modales monjita - dice con burla - por favor podría prestarme su teléfono- dice educada mente y lo veo sorprendida
- no. - digo rápidamente y borra su sonrisa y me muestra su arma. Ruedo los ojos. - estoy hartando de esta situación- digo molesta. Me levanto y abro una gaveta de mis nocheros donde está cargando mi celular. Me giro y el imbécil estaba viendo mi trasero. Le tiendo el teléfono
- tráelo- me dice y ruedo los ojos y caminó hacia él. Le sonrió falsamente y se lo tiendo.
- así está mejor? - le preguntó tierna mente
- haré una llamada y te quedarás quieta. - me advierte y asiento ya resignado y lo veo marcar en el y luego su teléfono suena. ¿Por qué marco su número?
- ¿acaso estás loco? -le pregunto- marcar tu número? estas demente- digo entre risas
- monjita eso es para que TU tengas mi número y YO tener el tuyo - dice y me quiña el ojo y dejo de reír. - ahora te callarás si no quieres que te amarre y te tape la boca. - me amenaza y tapo mi boca y sonrió
Habla por teléfono y solo me mira y dice sí y no. Cuelga y me mira fijamente y me tiende el teléfono y lo pongo a cargar de nuevo. Me siento en la cama y miro el reloj son 10 de la noche, Sigo sintiendo la mirada a cada paso que doy. Abro una pequeña puerta y esta una mini cocina. Me preparo un sándwich con queso jamón serrano, otras cosas más. lo meto en la sanducera. A los segundos empieza oler delicioso, queso derretido. al estar listo lo pongo en un plato. Me preparo una rica malteada y cierro todo y me siento en el sofá. En el que está sentado el psicópata y me mira sorprendido pongo mi plato en la pequeña mesa y mi vaso también
- dime ¿porque meterse aquí? - preguntó intrigada y la ve mi plato con muchas ansias. Se nota que tiene hambre mucha hambre. Ruedo los ojos y hay voy otra vez, de buena samaritana. tomó el plato y se lo tiendo y el vaso también
- ¿por qué? - me pregunta confundido y ruedo los ojos. Parece sorprendido. Cómo si nadie nunca hubiera hecho algo por él.
- pues tú quieres y yo no soy egoísta para no darte- digo y entre cierra los ojos con desconfianza
- es tuyo. ¿Además, porque me darías? ¿Como sabes que Quiero? - pregunta y ruedo los ojos.
- si es mío. Pero si no quieres dámelo - le digo y niega y le voy a quitar el plato y se mete el sándwich en la boca y muerde. hace una queja debe ser por lo caliente.
- está delicioso- dice con la boca llena y sonrió orgullosa. Parece no haber comido en días. Pobre sándwich. Este loco lo devoró en segundos
- iré a preparar otro - le digo y asiente. Me sigue a mi pequeña cocina y yo empiezo a preparar otro. Le pongo varias capas de queso de jamón de tocino, jalapeños, jamoneta, lechuga, queso.
- ¿te importa prepararme otro? - pregunta algo ansioso y avergonzado. me giro al ver que me muestra el plato vacío y el vaso también. Rasca su nunca con nerviosismo se ve tan tierno. Me daba ganas de tomar sus mejillas
- ¿es enserio? - preguntó entre cerrando los ojos y mirándolo fijamente. Sus mejillas se poner rojas. ¿Se sonrojo? ¿El matón se sonrojo?
- si- susurra mirando hacia otro lado.
- ¿Cómo se dice? - le pregunto y rueda los ojos. No voy a desaprovechar la oportunidad para joderlo.
- por favor- me dice entre dientes y niego - Mira que ese que me hiciste estaba delicioso - dice y sonrió. Se ve muy sexy y tierno haciendo pucheros
- ¿1? - pregunto y sonríe de lado.
- 4 - dice con una sonrisa moja bragas. lo miro sorprendida y parpadeó varias veces.
- si te comes 4? - pregunto sorprendida. Asiente rápidamente.
- me comería veinte, pero no quiero abusar- dice seguro y río.
- ¿y no abusas? -le pregunto irónica
- cocinas bien - me culpa. sonrió y niego.
- está bien. - digo y me giro y empiezo a preparar sándwiches voy metiendo en la sanduchera de dos en dos. - dime porque meterse en un convento? - pregunto intrigada para cortar con el silencio incómodo y su mirada como cuchillos en mí.
- ¿porque no? - pregunta. Sonrió y preparó una jarra de malteada y le pasó la jarra para que la lleve con los dos vasos.
- por el tatuaje que tienes en el brazo diría que no eres un imbécil después de todo- digo viéndolo fijamente nos sentamos y pongo en mi plato dos sandwiches y él Toma la bandeja con sus Díez. Empieza a comer con ganas. Sus mordidas son de medio sandwich. Eso no es comer, es tragar. Sus mejillas están infladas y sonrió. En otra persona habría dicho que es mala educación y asqueroso, pero en él se ve tan bien.
- ¿qué te hace pensar eso? - pregunta con la boca llena y sonrió. Si ve tan natural y relajado. Lentamente muerdo una pequeña parte de mi sandwich
- eres creyente en Dios- le aseguro y sirvo en los vasos malteada. se toma todo el vaso de una y lo miro sorprendida. Le sirvo más.
- gracias- dice con algo de pena y sonrió amablemente
- de nada- susurro y me sonríe y apartó mi mirada de su mirada tan intensa y sigo comiendo lentamente
- no estaba en mis planes meterme aquí. Después me acordé que vine varias veces a visitar a la rubia y decidí esconderme aquí, pero al parecer me confundí- dice rompiendo con el silencio incómodo
- porque secuestrar robar al hijo del alcalde eso es estúpido- digo y miró sorprendida al ver que se a comido como 5 y yo solo llevo la mitad de uno.
- quizás. - dice tranquilo sin importarle y tomó mi malteada- digamos que robar no fue así. Secuestrar más bien fue torturar - dice y tiemblo.
-¿fuiste tú el que lo dejó en el hospital por los golpes? - preguntó con diversión y asiente orgulloso -no digo que no lo merezca es un imbécil - digo viéndolo y se sorprende y sonríe
- ¿eso crees? - pregunta intrigado y con algo de diversión
- si. Es un imbécil inmaduro que se cree mucho y se esconde bajo las nalgas de su papá. - digo molesta y ríe.
- muy cierto monjita- dice y me sonríe con sinceridad- ¿lo conoces? - pregunta y asiento
- si. Digamos que conozco a su familia desde que tengo uso de razón- digo y miró su plato y está vacío. Y todavía me hace falta un sándwich se lo tiendo y empieza a comer. Me sirvo más malteada y más a el. - lo que no entiendo es porque secuestrarlo- digo confundida
- no fue así Él me debe dinero, digamos que le gustan las apuestas y los juegos. Las carreras todo lo ilegal. En una de esas quedo debiendo dinero y ahora no quiere pagar. Nos dijo que le fuéramos a cobrar y tenía todo preparado y nos tocó meternos aquí. - dice y asiento
- tan típico de él. - digo molesta - siempre jugando sucio- digo y recojo todo. Lo lavo y regreso con él. - me molestan las personas como él. - digo y él sonríe.
- ya veo. - dice y lo miró fijamente- como te llamas monjita? - me pregunta intrigado y con esa sonrisa moja bragas. ¿Por qué es tan apuesto? ¡¡¡Me sorprende que no sepa quién soy!!! Estoy algo indignada.
- mi nombre es Hande- digo segura y sonríe
- Hande- dice saboreando mi nombre. sonríe de medio lado y se ve tan sexy. Mi nombre suena tan extraño en sus labios - lindo nombre... nada común pero hermoso - me dice seductor - pero me gusta más llamarte monjita- dice y ruedo los ojos. Lo fulminó con la mirada
- madura ¿Cuántos tienes 6? - le preguntó irritada
- multiplica los por 4 - dice mirándome fijamente
- 24 - digo segura y asiente
- exacto- me dice y me mira fijamente y me incomoda su mirada
- sabes Lincoln no es de fiar - habló segura - siempre juega sucio- digo y asiente.
- ahora no me interesa Lincoln- dice roncamente
- ¿entonces? - le preguntó y me mira fijamente y se me acerca - ¿Que te interesa? - me atrevo a preguntarle
- me interesas TU- dice a centímetros míos.