Hacía casi un par de horas que habían llegado al hospital, Alex no pudo evitar negarse a acompañar a Stefan cuando este casi la obligo a hacerlo. -No iré si tu no vas conmigo – se cruzó de brazos e hizo puchero como si se tratase de un niño pequeño. -Pero Stefan, es tu hijo – había chillado ella, indignada ante su actitud -No lo es, así que no es mi deber acompañarla, pagare las facturas del hospital, pero es todo lo que hare si tú te niegas a venir conmigo. -Eso es chantaje -Llámalo como quieras cariño, pero vendrás conmigo, no dejare que te marches sin que me permitas hablar -Pero no hay más que decirnos -Sí que lo hay -Te estas comportando como un patán -Yo diría como un hombre enamorado que hará todo por retener a su mujer. -Está bien iré contigo – accedió al fin - pero no te