Y así fue como todos logramos ser felices y, de una manera u otra, todos somos parte de la felicidad que cada uno de los otros siente en este mismo momento y que compartimos en esa copa de champagne, mientras veíamos el sol comenzar a aparecer en el cielo de Londres. Patrick aprendiendo a soltar con mi partida a Madrid, a abrirse a la posibilidad de pensar en Kate como algo más que una amiga, y a darse la oportunidad de conocerla tanto, como para llegar a darse cuenta de que eran tal para cual, y enamorarse perdidamente hasta ser capaz de emocionarse como lo hizo hoy al verla entrar en la iglesia, vestida de blanco. Kate, aprendiendo que no debía darse por vencida, y a que si su amor era verdadero y Patrick estaba libre como siempre lo estuvo, porque aunque lo intenté nunca pude correspo
Escanee el código QR para descargar y leer innumerables historias gratis y libros actualizados a diario