Sofía A estas alturas de mi vida ya puede decirse que estoy apta para dar cátedra de cómo soportar estar en un lugar donde no encajas. No tenía idea de quienes estaban allí. Javier me presentaba a fulano, mengano, sultana, como si yo supiera de quienes se trataba. Por sus físicos, podía notar que todos eran deportistas pero ni idea de quien era quien. Solo saludaba por compromiso y fingía sonreír, tratando de distraer mi mente lo más posible. De a ratos trataba de disimular mi aburrimiento tomando algún trago y dando alguna vuelta por ahí… había muchas chicas que me miraban de pies a cabeza como si les debiera algo, pero como no las conocía, no sabía por qué. Supongo, que como dice mi padre… ¡me envidiarían por el fenomenal marido que tengo y la gran vida que me da! ¡¡Por dios!! La cos