Sofía Había pasado más de un año y me sentía como aquella noche de lluvia. Vacía. Estaba vacía por dentro. Estaba vacía por fuera… mis brazos estaban vacíos y mis ojos llenos de lágrimas en todo momento. Mis entrañas aun dolían en las noches haciéndome recordar aquella en que tuve que dejar a mi hijo... Como les decía al comienzo, nadie se cree que con 24 años llevo seis de casada. De infelizmente casada. Y cada vez es peor, sobre todo después de lo que me hizo hacer. Fui obligada a deshacerme de mi hijo. ¿Cómo alguien puede ser tan cruel de hacer eso? ¿Cómo alguien puede tener tan poco corazón de separar a un niño de su madre? ¿De dejarlo solo? Pero a decir verdad, pudo ser peor… Todo sucedió una noche en que sin poder soportar más la presión de amar a Mateo y no poder tenerl