Mateo
Las siguientes semanas fuimos a ver varias casas. La verdad era que poco me importaba cual fuera, la que Gema eligiera estaba bien... pero no se decidía por ninguna. Que esta no tiene piscina, que esta no tiene no se que… trataba de evadir mi mente pensando en qué comprarle a mi hijo para su cumpleaños, que ya estaba próximo, pero no conseguía concentrarme. Siempre estaban sus reclamos para devolverme a la realidad, a la cruda realidad…
- No te importa, ¿cierto? ¡Podrías disimular al menos! (apurando el paso al coche)
- ¿De qué hablas? (tomándola del brazo para besarla)
- ¿De qué hablo? (cortando mi beso bruscamente) Te he estado diciendo que ninguna satisface lo que quiero para nosotros. ¿Ves que no me escuchas? ¡¡De seguro a “esa” la escuchabas!! (
