- Repíteme lo que dijiste…. (serio y mirándome fijamente a los labios) - ¿Qué cosa? (haciéndome la tonta) - Ya sabes... (mordiendo su labio inferior) - Ah… eso de que no tengo nada que mirar? (dejando perderse mi vista en la pared) - Si… (buscando mi mirada con una sonrisa pícara) - Pues eso… (tratando de zafarme, aunque no me lo permitió) - ¡¡Dímelo de nuevo!! (acercándose a mis labios) - Que no tengo nada que mirar en ninguno de esos lugares… porque contigo tengo todo lo que mis ojos necesitan mirar… (le susurré al oído)… y más también... (mordiendo mi labio y aprovechando que soltó mis brazos para caminar unos pasos hacia el baño)… Para cuando giré a ver por qué no decía nada, ya se había quitado la play