Al llegar de nuevo a la casa de seguridad la señora Felisa abrazo a su esposo que tenía solo unos rasguños pero ya se había sanado. Ver esa escena llena de amor y preocupación por parte de la señora Felisa me hizo recordar un momento similar con Erik. Solo que esa vez la herida era yo y Erik el que se preocupó por mi, sacudí mi cabeza intentando quietarme esos recuerdos. ¿Alguna vez lograre amar de nuevo? Pero que digo claro que no, no me voy a permitir amar de nuevo, no dejaré que mi corazón se rompa de nuevo. Felisa- Aisha querida, Grecia quiere hablar contigo- me saco de mis pensamientos la señora Felisa. Aisha- si ya voy y no saldré de ahí hasta que ella haya sufrido lo suficiente- los padres de Erik asintieron felices y después se despidieron de nosotros. La señora Felisa me ent