Leonard se fue a dar un baño y a cambiar sus ropas ensangrentadas por unas limpias y después se fue a la habitación en la que estaba Olivia para ver si estaba bien. Al entrar en la habitación encontró a Olivia comiendo como si la hubieran tenido aguantando hambre durante días, ella tenía las mejillas hinchadas como una ardilla llenas de comida, a Leonard le sorprendió que después de todo lo que había pasado y lo que había visto pudiera seguir teniendo apetito. Cuando Olivia lo vio entrar levantó una pierna de pollo y le dijo. __ ¿Quieres?, esto esta delicioso. Leonard río por la actitud despreocupada de Olivia y le dijo. __ No, yo no tengo hambre acabatelo tu. Ella se encogió de hombros y le dijo. __ Hum... Como quieras tú te lo pierdes. Y siguió comiendo. Leonard se quedó mirándo