A veces el amor tiene que faltarnos para aprender a valorarlo como realmente deberíamos de hacerlo, como en el caso de Andrea, nunca valoro el amor de su madre ni se acercó a ella como una hija amorosa, pero su madre hizo el intento, desde muy niña el chico del cuál se había enamorado decidió mirar para otro lado, posar sus ojos en alguien más y darle su amor a esa persona, desde entonces confiar se hizo difícil para ella, desde entonces decidió que no necesitaba de ningún hombre, se dedicó a trabajar fuertemente para que sus ingresos crecieran y ser grande por si misma, aunque cuando ese chico se acercaba su mente la traicionaba, no razonaban el cerebro y el corazón, sus manos sudaban y su corazón palpitaba exageradamente, él rompió su corazón más de una vez, y ella siguió su camino cada