Nunca fui de las chicas a la que su madre encontró con las manos en la masa, menos he tenido que esconder con quien salgo o paso el tiempo; sin embargo, ahora mismo estoy experimentando esa sensación. Mientras Luca está en mi habitación mientras tengo a Paul y Jared en el departamento en una visita inesperada. —Qué sorpresa, ¿teníamos planes? —Inquiero alejándome de la puerta. Jared se acerca al sofá y toma asiento de forma despreocupada mientras Paul deja un beso en mi mejilla y pasa su brazo sobre mis hombros. —No, no los teníamos, pero queríamos traerte algo. —Miro sus manos vacías, los observo con interrogante antes de dar un paso atrás y pisar algo sobre algo que no reconozco. Mi mirada desciende y abro los ojos como platos al encontrar la americana de Luca. —Es evidente que no nos