Terminamos bastante tarde por lo que no podemos enviar los documentos y el cheque para la adopción, salimos de la oficina y llamo a Noah para ver si aún puede darme la clase, necesito sacar la frustración que siento.
Me dice que aún está en el gimnasio y que si puede entrenarme al menos por una hora.
Llego y de inmediato me cambio para no hacerlo esperar. Estamos tan concentrados con el entrenamiento que no me doy cuenta que Morgan está viéndonos con curiosidad, trae su ropa de trabajo por lo que no creo que venga a entrenar.
—¿Lo conoces? —me pregunta Noah al verlo.
—Si, si lo conozco, es mi compañero de trabajo.
Morgan se acerca y observa a Noah con un poco de recelo.
—En realidad es mi esposa —comenta como si fuera algo muy normal—. Acabamos de casarnos, pero en lugar de festeja
