Fadyx Mayken Miro la gran casa frente a mí. Es increíblemente parecida a aquella en la que estuvimos durante nuestra luna de miel. Está ubicada lejos de la ciudad, aislada entre colinas tranquilas y árboles altos que se mecen con el viento, como si quisieran protegerla del mundo. Aquí estaremos viviendo de manera temporal. Camino hacia mi auto, que sorprendentemente fue el único que quedó intacto. Es el que me obsequió Ragnar. Curioso, fue el único que no resultó dañado entre todo el caos. Esta vez nadie se atrevió a objetar cuando tomé las llaves. Primero intenté encender el auto que me dio Mayner, pero ni siquiera prendió. No pude considerar el que me regaló Einer, ya que quedó completamente sepultado bajo los escombros del estacionamiento. Me acerco al baúl del auto y saco mis malet