Fadyx Mayken Presiono con suavidad los pendientes en el lóbulo de mi oreja, sintiendo el frío del metal contra mi piel y recordando con exactitud el momento en que se fueron. Ha pasado ya un mes desde entonces... un mes que se ha sentido como una eternidad. En especial esta última semana, tan densa y pesada, como si el tiempo hubiese decidido arrastrarse lentamente solo para que no olvidara lo que duele. Debería haber permitido que papá se quedara. Lo pienso constantemente. Aunque esta vez ha sido diferente a la primera ocasión en la que me dejaron al cuidado de mis compatibles, el vacío que siento en el pecho no ha cambiado. Esa sensación punzante, profunda, como si algo estuviera fuera de lugar dentro de mí, no me deja estar en paz, ni encontrar consuelo en nada. "— Estaré bien, papá.