Observo las llamas de la chimenea danzar mientras calientan la habitación en la que me estoy hospedando. Bajo la mirada a los documentos que tengo en mis manos son la prueba de lo cruel que pueden ser las personas por lo que sin dudarlo un instante los arrojo al fuego. Tomo la botella de vodka que tengo a mi lado empinándomela para beber directamente de ella, decidí pasar la noche en un hotel ya que necesito unas horas para pensar en lo que sucedió y sucederá cuando amanezca. Pongo mi mente en blanco mientras observo el fuego frente a mí al tiempo que bebo, no sé cuánto tiempo pasa hasta que los primeros rayos del iluminan la habitación. Decido descansar un poco antes de volver a mi vida, por lo que me pongo de pie dirigiéndome a la cama donde me acuesto quedándome dormida en segundos.