Massimo había querido hablar con Chiara a solas y yo me había mantenido a una distancia prudente aún manteniendo la escopeta en mi mano a pesar de que Francesco me dijo que no pasaba nada. Massimo sabe dónde está Gina porque fue él quien la ayudó a escapar, con el dinero de la empresa y gente contratada por Andrey. ¿Qué tipo de gente? No lo sabe, y si lo sabe, no va a decirlo. Así que, nos dejó tranquilos porque Gina está bien y sabemos dónde está.
Volvimos a Rusia al día siguiente mientras Chiara le daba vueltas a todo. Teníamos la dirección de su hermana, pero no podíamos ir a verla para no ponerla en peligro. No sabemos quién más sabe el paradero de su hermana, pero tiene todos los dedos.
— Nos mintieron —dice Chiara frente a mi escritorio—. Nos hicieron creer que era ella —deja
