Fiodor me abre la puerta del coche y bajo, poniéndome el botón de la chaqueta. Los periodistas se agolpan a mi alrededor haciéndome preguntas y mis hombres y la policía, me escoltan hacia el juzgado. El ruido de las cámaras, los gritos y preguntas intentando llamar la atención para que diga, aunque sea, la mínima cosa, llenan mis oídos y los ignoro, como siempre hago. Llevo la cabeza alta a pesar de que escucho varios insultos hacia mi persona, bueno, no para mucha gente soy su persona favorita. Avanzo despacio, intentando no pisar a nadie, mucho menos caerme o tropezarme. Consigo llegar a la puerta del juzgado y entro, quitándome de los focos. Mamá está allí y camina hacia a mí vestida en un traje n***o. Va maquillada, pero no en exceso y parece que va a un funeral. Quizás lo sea. —

