Jared Fischer. Llevo a la mesa la bandeja de comida y las chicas me sonríen muy ampliamente. Les sonrío de vuelta y me dirijo de nuevo hacia la barra. Entro en ella y vuelvo a ponerme en las bebidas. Una, otra y otra. El olor a patatas fritas y a hamburguesa está en el ambiente y agradezco que hoy me hayan puesto aquí y no friendo patatas como ayer. McDonald’s fue el puesto de trabajo que conseguí y aquí llevo cinco meses. Sinceramente, me he acomodado un poco y he dejado de buscar de lo mío porque he estado desmotivado y tengo un puesto seguro aquí. No pueden echarte a no ser que robes o hagas algo muy grave. Mi turno acaba y me cambio de ropa antes de salir a la cálida tarde. Siempre hace buen tiempo en Orlando, sobre todo cuando se va acercando el verano. En invierno, suele refres