Shelly se encontraba muy molesta con James y no tenía ganas de discutir ni de pelear, tampoco de llorar. Solo estaba callada, esperando que pudiera hablar y desahogarse lo antes posible con Sara. James también quería hablar con Sara cuanto antes, por eso, cuando finalmente llegaron al excéntrico consultorio de Sara, ambos entraron casi empujándose en la puerta… SARA: Hola chicos! SHELLY: ¡Sara, por fin! JAMES: ¡Sara, necesito hablar contigo a solas! SARA: ¡Tranquilos chicos! ¿Por qué tanta urgencia? Si quieren hablar a solas, tendré qué atender uno por uno… veamos… los primeros 30 minutos para Shelly y los siguientes 30 minutos para ti James… ¿de acuerdo? JAMES: ¿Por qué ella primero? Yo estoy pagando la consulta… SARA: Ella es la paciente, ¿lo olvidas?... JAMES: ¡Está bie