Al día siguiente, tenía que irme muy temprano, como siempre, quería estar puntual en mi trabajo. A las 6 de la mañana ya estaba bañado, peinado y perfumado, preparando mis zapatos y mi ropa. Desde mi ventana, las nubes lucían como cristales en medio del cielo, y los vidrios estaban empañados por el frío afuera. Elegí usar una playera de cuello alto, tipo suéter en color marfil, una bufanda blanca de lana y mi chaqueta de gamuza en tono miel. Cuando me miré al espejo, noté que lucía un poco tierno e ingenuo… Pero quizás eso me ayudaría a conmover al padre de Rose… Salí de mi habitación y fui a tocar la puerta de Shelly… MICHAEL: ¿Ya estás despierta? Buenos días… SHELLY: Sí, Michael, de hecho acabo de salir de bañarme… Hoy no quiero llegar tarde.. MICHAEL: Bueno, buena suerte… Te dejaré