Michael suspiró
-Quiero ir a casa, quiero acostarme- Gary se levantó inmediatamente y llamó a los gorilas para que le despejaran el camino mientras sacaba a Michael de la habitación y del club, metía a Michael en el auto con la ayuda del gorila que los seguía y también se unía al coche. Cuando llegaron a casa, el portero ayudó a Gary a llevar a Michael a su habitación y lo acostaron antes de salir de la habitación.
Michael suspiró cuando se fueron y una lágrima se le escapó de los ojos, la quería de vuelta y haría todo lo posible para conquistarla, incluso si eso significaba que tuviera que empezar de nuevo para cortejarla, no le importaría siempre y cuando la recuperara. Después de concluir eso, cerró los ojos y se quedó dormido.
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El día de Navidad llegó y pasó, así como el año nu
