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Después de la larga sesión de fotos en la cual Sira y Can se vieron fenomenales. Ambos regresaron al penthouse exclusivo del actor increíblemente cansados y listos para irse a la cama sin embargo, se enfrentaron al problema de tener que dormir juntos. También hubo otros avances, las fotos de Can Marín se habían ido del lugar y había comida en el refrigerador.
―¿Ves?, te dije que Can Martín cumplía sus promesas― le comentó mientras le mostraba las paredes vacías donde antes se encontraban sus fotos.
Sira negó con la cabeza y se rió― creo que tu casa se ve mejor ahora.
―¿Crees?, creo que le falta esencia.
―Creo que un solo Can Marín es suficiente.
Can sonrió. Ambos se voltearon hacia la puerta
