MAYA —¿Has visto la hora que es? —refunfuña Maya metiéndose de copiloto—. Mamá me va a regañar. —Mamá lleva dormida horas. ¿No viene Denver? —No, a él le dejan mucho más tiempo. —Me mira raro porque pocas veces me muerdo las uñas—. Hueles a haber fumado. Arranco, por la posibilidad de que Alex venga ahora mismo a buscar a su hermano. —¿Y su mochila? —Se la daré mañana, cuando sea. ¿Has fumado? —Ya sabes que lo hago. Sé que has hurgado en mi maleta. —Solo te he cogido una camiseta. No es que te has esforzado mucho por ocultarla. —No se lo digas a mamá. Sé que Mary no se lo dirá porque no le importa mucho lo que hago. Aunque no es en lo que pienso ni lo que más me preocupa el resto del fin de semana. --- En lo que llega el domingo por la mañana recibo unos cuantos mensajes de Ale