Lara Sigo a la guardiana hasta la parte trasera del alta donde solo se encuentra una silla en la cual me indica que tome asiento y coloque mi cabello sobre mi hombro. —Debes aferrarte a tus recuerdos y aceptar los que vendrán, no puedes quedarte dentro de tu memoria por mucho tiempo o la anterior puede ocupar tu lugar, —me asusto al escucharla—No te asuste ella nunca haría tal cosa, —asiento y la guardia se coloca detrás de mí—Inclina tu cabeza hacia delante, cierra tus ojos y deja libre tu mente, —hago todo lo que me pide y luego escucho como un pequeño cántico sale de su boca y de las de sus acompañantes. — ¡Ah! —Grito al sentir como algo entra por mi nuca, la sangre se desliza por esta pero el dolor es insoportable. Las lágrimas ruedan por mis mejillas hasta que dejo de sentir tod