Lara Uzziel me dejó en el balcón de mi habitación para luego con un casto beso en mis labios desplegar sus alas y volar supongo hacia su habitación. Entró a la habitación y voy directo al baño para buscar una toalla con que secar mi cabello. Cuando termine de secarlo, busco en el closet un pantalón corto y una blusa deportiva para luego ir directo a la cama. Cierro mis ojos y pequeños fragmentos de lo sucedido llegan a mi mente provocando que mis mejillas ardan al recordar que le pedí a Uzziel en pocas palabras que me tomara ahí mismo, pero también me siento avergonzada porque me rechazo. —Gafel —susurro. —Aquí estoy Centella —responde con su voz robótica. —Si te pregunto algo más nadie lo sabrá ¿Cierto? —cuestiono. —Solo si me pides guardar secreto bajo un código —contesta dejándome