Mate y Eterna De Ellos

5. EN EL ORFANATO

Peyton Aragón

― ¿Que quieren que hagamos? ¿Una orgia les parece bien? ― pregunto al punto del colapso.

Ellos me ven mal y yo les devuelvo la mirada.

― ¿Porque no sólo ignoramos esto? Y tal vez ustedes encuentran otra pareja o mate como sea que es esto y listo ― pido sintiendo mi cuerpo temblar.

La primera vez que salgo de Canadá y me pasa esto.

― Para eso existe el rechazo, entre los mates ― habla Tamara.

― Perfecto, ¿porque no lo hacemos e ignoramos que esto paso? ― cuando hablo los cuatro le gruñen a Tamara en reproche.

― Aún no termino ― se queja Tamara con todos la que la miran mal ― lo malo es que los alfas y tu van a morir lentamente de tristeza, esto sería menos doloroso sino estuvieras marcada pero ahora que lo estás es probable que mueran más rápido.

― ¿Es una broma? ― pregunto a todos con horror.

Con una mirada de ellos todos salen de la sala y sólo quedamos nosostros, Adam, Axel, Austin y Andrew.

― ¿Que quieren decir con marcada? ¿Y pueden dejar de decirme luna? Me agobia esto ― expresó a nada de tirarme a llorar de esta locura que me sobre pasa y eso es mucho decir para mi.

El silencio gobierna por unos minutos, tengo una idea de que es a lo que se refieren con marcada pero no quiero adelantarme a los hechos.

― Alfas son quienes dirigen una manada, como unos gobernadores, la manada es como un pueblo, en nuestro caso es como una ciudad que se extiende ― explica Adam.

― ¿Porque? ― pregunto sentandome en un sofá individual donde casi me hago una bolita.

― Somos Alfas de Alfas, con una población más grande a la de un alfa como Martín, el dirige un pueblo nosostros una ciudad, nuestro poder se esparce a toda Alemania no hay lugar en este país en el que no tengamos control, ya que el cincuenta por cierto de la población en este país son licantropos o otros seres sobrenaturales, y en nuestro cincuenta por cierto de población está la mayoría de poder, eso exige mucho y es una breve explicación de cuanto poder y responsabilidad tenemos ― explica Axel.

Sonrió con sarcasmo incluido, ahora entiendo.

― Que presumido.

El sonríe caminando hacía a mi apoyando sus manos a cada lado del sofá, acorralandome se inclina dejando su rostro muy cerca de mi.

― Somos como reyes o líderes de otros líderes, Alfas que dirigen un pueblo donde la mayoría son más hombres lobos, por eso Alfas de Alfas, nosotros somos como un nivel superior, no puedes decirnos no ― respiramos el mismo aire poniéndome los nervios de punta.

― Paso ― aseguró con una sonrisa ― tengo todo lo que podría desear.

Dinero y amor lo tengo, mi único pequeño amor que él no me puede quitar, nadie puede.

Los cuatro me gruñen al mismo tiempo que Axel toma mi mentón con firmeza apunto de pegar sus labios con los míos.

― No acabes con nuestra paciencia mi luna, me estás ahogando...

― ¿Eso que significa?

Axel abre los labios para responder

― Luna es la mate de los Alfas, es como una reina, es nuestro complemento, que es importante en una manada, nos equilibra, entre lo que las personas necesitan y lo que nosostros creemos mejor para nuestra comunidad, nuestra luna es como la madre de la manada, nos equilibras ― explica Austin.

¿Equilibrar?

Comprendo dos cosas ahora, Axel presiona su agarre en mi mentón cerca de dejar un casto beso en mis labios pero me suelto, gruñe con disgusto por lo bajo.

¿Porque no me disgusta tenerlos tan cerca?

― ¿Ahora me puedes explicar que es marcada?

― Cuando tu mate te muerde para demostrar que eres suya, es lo que te hicimos en el cuello, eso fue lo que hicimos ayer cuando te desmayaste al sentir que te mordimos ― explica Andrew.

― ¡¿Me han marcado sin mi permiso?! ― pregunto poniendome de pie.

― Ajá, con esa marca cualquier hombre lobo o ser sobrenatural que lo sienta o se acerqué a ti sentira a quien perteneces, sabrán que eres de nosotros, la marca contiene una pequeña esencia de nosotros, ellos se darán cuenta de eso y no podrán ni una mano cerca de ti porque eres nuestra ― explica Adam con satisfacción.

Los veo a todos con un jodido resentimiento que podría ser capaz de atravesarlos, tenso mi mandíbula del enojo que siento.

― Con esa marca podemos sentir tus sentimientos, oir tus pensamientos y tu los nuestros, podemos saber cuando estás en riesgo, podemos comunicarnos mentalmente, entre otras cosas... como eres humana será difícil sientas y hagas todo esto pero con el tiempo podrás ― explica Austin.

Esta claro que ninguno conoce el instinto de supervivencia porque sino ya habrían notado que los quiero matar. Todo esto explica la presión en el pecho y las jodidas voces ajenas que no logró alcanzar oir.

― No te marcamos como un objeto ― aclara Axel a mi lado.

Lamo mis labios secos desviando su atención a ellos, sonrió falsamente.

― ¿No fue así? Pude sentir la satisfacción de Adam explicando que soy suya ¿Como pueden sentir tal posesión con alguien que no conocen? ― pregunto al punto de la locura.

Si ellos no están locos yo estoy por estarlo.

― Porque tu aroma nos vuelve locos, no permite mucho una frase de razonamiento, nuestros instintos nos hacen ser unos salvajes y animales pero podemos jurar que no te haremos daño, si nos das la oportunidad, podemos hacer esto sencillo para ti, podemos hacer que nos ames y te sientas como nosostros nos sentimos contigo ― explica Adam ― No creo seas un objeto mi luna pero tu sentirás está posesividad con nosostros, con la misma intensidad o más a la que nosostros sentimos, que no te importará que tan inmoral sea pertenecerle a alguien ― asegura sin duda con una maldita sonrisa que me estremece.

Una parte de mi arde en furia por esa seguridad y provocación en cada palabra pero la otra parte de mi quiere llorar de la frustración de no entender mis propias emociones.

No, llorar de frustración no, sino de enojo y coraje.

― Sólo demuestra cuanto nos pertenecemos mutuamente ― expresa Andrew.

― No veo mi marca en su cuello que diga lo mismo ― espeto entre dientes.

Los cuatro sonríen.

― ¿Es eso lo que quieres? ― pregunta Austin.

Me estremezco cuando Axel me toma de la cintura por atrás pegandome a su cuerpo.

― Podemos buscar la forma de que así sea ―hunde su rostro en mi cuello, oliendo.

Frota su nariz en la maraca enviando corrientes placenteras por mi cuerpo que provoca mi placer.

― No ― aclaró en un suave gemido.

¿Porque me siento así?

― Axel ― llama Andrew con autoridad.

El nombrado frota un poco más la marca haciendo mis piernas tiemblen y quiera más.

― Axel ― gimo esperando pare.

Sus manos están cerca de llegar a mis pechos, mis pezones endurecen y mis pechos pesan, estoy...

― Basta ― ordena Andrew más fuerte logrando Axel me suelte.

Ahogo cualquier posible protesta, Axel me deja en el sofá. Mi corazón late acelerado, cubro mis pezones con mis brazos de forma sutil.

― Lo siento...

― ¿Qué fue lo que hiciste? ― interrogó.

Se arrodilló frente a mi.

― Cuando uno de nosostros tiene contacto con esa marca ― sus dedos la acarician logrando tiemble de las sensaciones abrumantes como placenteras que recorren mi cuerpo ― Podemos excitarte ― sonríe ladino mordiendo su labio inferior ― sino fueras la indicada no tendría que pasar eso, quería asegurarme ― respira profundo ― puedo oler cuando excitada estas mi luna...

― Eres un imbécil ― interrumpo ― ¡Esas cosas no se hablan con una desconocida! ― chillo golpeandolo con el cojín del sofá.

Se ríe cínicamente.

― Bien, te dejaré tranquila pero esto sólo es una prueba más de porque eres nuestra mi luna ― se pone de pie con una gran sonrisa mientras sus hermanos lo matan con la mirada.

― ¿Qué más provoca esa marca? ― exijo saber.

― La comunicación y confianza que te hemos comentado, también es un lazo de unión entre nosostros ― responde Adam.

― ¿Y la excitación? ― pregunto.

― Es algo normal, es probable que tu seas más sensible al ser humana pero ese tipo de sensaciones que provocó en ti sólo pueden pasar con nosostros y es cuando somos una pareja destinada ― explica Austin ― confirma que somos mates.

― ¿Con un solo roce provoca eso? ― pregunto sin poder creerlo.

― Si y según como la toquemos puede provocar más.

Trato de ignorar el sonrojo de la vergüenza, han visto como me ha afectado.

― ¿Y qué significan las letras?

― Austin Bean, Adam Caden, Andrew Denzel, Axel Esteban McGregor West... ― responde Andrew.

― ¿Las iniciales de sus nombres completos?

― Si.

― ¿Y las últimas tres letras? ― pregunto con esperanza de que las últimas letras no sea las que yo creo hablo.

― Las iniciales de tu nombre completo ― responde Austin con curiosidad.

― La K, P, I, no son mis iniciales al menos no dos de ellas y no en ese orden ― comentó con mis cejas fruncidas.

― Nos hemos dado cuenta de eso ¿como se llamaban tus padres? ― pregunta Andrew.

«Dios»

― No entiendo a donde va tu pregunta pero mis padres no es un tema que me guste hablar Andrew y menos con unos desconocidos ― aseguró sintiendo un pinchazo en el corazón.

Ellos se tensan mirándome a mi.

― ¿Es sólo eso? ― pregunta Austin a mi oído.

Giro mi rostro mirandolo sobre mi hombro con sorpresa.

Joder, no me di cuenta en qué momento llegó ahí.

― Lo es, mis padres nunca han sido un buen tema de conversación ― aseguró con la voz colgando de un hilo y permitiendo mis ojos se cristalicen ― están muertos y me es mejor no pensar en ellos ― cuando lo digo de verdad duele.

― Podemos dejar el tema ¿No? ― habla Adam con advertencia a sus hermanos.

Andrew y Austin que son los únicos que no caen por completo a mis lágrimas. Alguien se pone a mi lado envolviendome en sus brazos cuando las lágrimas caen.

Duele pero mis ganas de llorar no es sólo eso, es la preocupación, el estrés, el miedo y la rabia.

El dolor de la traición que en mi vida parece ser una tradición.

― Llorar es bueno cariño, no tienes porque retener tus lágrimas, puedes confiar en nosotros mi luna ― susurra Adam para nosostros.

― Malditos secuestradores ― me quejo apoyando mi cabeza en el pecho de Adam.

Se ríe conforme busco su cálido cuerpo, se siente cómodo y bien.

― ¿Qué opinas de descansar? ― pregunta Axel.

― ¿Porque no me puedo ir a mi país, a mi casa? ― pregunto alejandome de Adam.

Al momento de preguntar eso los cuatro se tensan de nuevo soltando un gruñido bajo.

― No puedes Peyton, eso nos debilitaria, a ti y a nosostros, en especial a ti, es probable que la más afectada seas tu esto, además de que no podemos estar lejos de ti por mucho tiempo, seria un daño emocional que luego nos afectaría físicamente ― explica Austin.

― ¡Yo no pedí esto! ¡ni siquiera quería venir a este este país! ¡debería estar en este momento en mi país haciendo alguna...! ― mi voz va perdiendo fuerza al mismo tiempo que comiendo a ver todo oscuro.

Mi cuerpo tiembla cuando todo se pone n***o.

Adam McGregor

Ella está por explotar cuando pierde el conocimiento, antes de caer me acerco a ella sosteniendola en mis brazos.

― ¡Llamen un doctor! ― exclamó molesto.

Tarde o temprano algo como esto iba a pasar, ella no entiende como es esto y a nosostros nos está costando comprenderla.

― Viene en camino ― responde Austin cortando la llamada.

― No tuvieron que presionarla de esa manera ― digo cargandola en mis brazos ― note como la vieron.

Camino hacía las escaleras con Axel, Andrew y Austin detrás de mí.

― Tienes un punto Adam, mi intención no era que nuestra mate explotará y luego perdiera el conocimiento ― responde Andrew.

Llegamos a la tercera planta y nos dirigimos a la última habitación, en la tercera planta del lado derecho sólo tenemos cuatro habitaciones, que es una de cada uno de los cuatro, pensamos unir tres para hacerla más grande, con espacio donde podamos estar los cinco incluyendo a Peyton, mis hermanos y yo, la otra que no pensamos unir es por si acaso, el lado izquierdo tiene gimnasio, biblioteca, una sala y un espacio de yoga.

Entramos a la habitación que no pensamos unir, dejó a mi mate en la cama y la cubro con el edredón, veo sus hermosas piernas largas cuando la cubro.

― ¿Porque no viene el doctor? ― se queja Axel.

Esperamos por unos minutos donde Austin le asegura a Axel que no tarda en venir, claro que lo hace con enojo por la desesperación de Axel. Tocan la puerta de la habitación, Andrew abre la puerta, Theodore y el doctor Jackson ingresan a la habitación.

Theodore ve con preocupación a mi mate tensandonos a nosostros, la mira demasiado para mi gusto y él lo sabe, con lo que vimos hace dos días puedo asegurar que su interés por Peyton no es sólo de amigos, no se intimida cuando hacemos contacto visual.

― ¿Puedo revisar a la paciente? ― pregunta el doctor acercándose a la cama.

― Por favor, es nuestra mate así que tenga cuidado con lo que toque ― le advierte Axel con una sonrisa burlesca.

Nos mira con sopresa por un segundo, Jackson es más joven que nosostros y ya encontró a su mate, es obvia la sopresa, la Diosa luna tardó con darnos nuestra alma gemela.

― Tocas una parte de más y date por muerto ― digo mirando a Theodore.

Jackson palidece asintiendo con la cabezan, tomando la amenaza para el cuando es para Theodore que no deja de ver a Peyton, Theodore no se inmuta.

Puedo tener otro beta ¿No?

Maldigo a la mate de Theodore unas cuantas veces sabiendo que si ella no hubiera hecho lo que hizo Theodore no se estaría fijando en Peyton sino en su mate.

Axel McGregor

El doctor nos mira comenzando a guardar sus cosas.

― Parece que a estado mucho bajo presión, no se a alimentado bien, y esta muy deshidratada, fue por el estrés y mala alimentación, sólo necesita alimentarse mejor, agua, cuidarse y unas vitaminas, procurar que no esté bajo estrés ― habla mientras escribe ― todo estará bien en menos de tres semanas a más tardar, no la presionen mucho Alfas, podría tener un bajón de presión y está muy joven para eso ― puntualiza el doctor.

― ¿Eso es todo doctor? ― pregunta Austin.

Theodore escucha atentamente al doctor, hay una guerra entre nosostros, nuestras miradas son como dagas.

― Eso es todo ― asegura Jackson.

― Nuestro beta la acompaña doctor, gracias por sus servicios ― habla Adam con amabilidad.

Jackson se retira con Theodore, solo quedamos mis hermanos y yo. Mi mirada se desvía a Peyton por unos segundos, es preciosa.

― Díganme que alguien pregunto en que momento despertará nuestra luna ― habla Austin.

― Si ― responde Andrew entrando a la habitación.

¿Salió?

― ¿En que momento despertará? ― pregunta Adam.

― Dentro de una o dos horas, puede que menos ― responde Andrew.

― Adam ¿le preparas algo? Tu eres el maestro en la cocina --- hablo divertido para aligerar el ambiente.

― Yo me encargo.

― ¿Soy el único que le causa curiosidad las letras en el cuello de Peyton?

― Creo que es un tema delicado del que no tendremos respuestas pronto, llevará su tiempo saber Austin ― respondo.

Nos quedamos en silencio hasta que alguien toca la puerta interrumpiendo nuestra tranquilidad.

― Adelante ― digo.

La puerta se abre dejando ver a mi madre con una expresión preocupada y a la vez emocionada.

― ¿Como esta nuestra pequeña? ― pregunta mi madre emocionada pasando entre nosostros para acercarse a Peyton ― No saben lo feliz que estoy de que ustedes sean mates, nunca lo imaginé... Dios ya quiero ver su convivencia.

Le empieza a dar mimos en la cabeza a nuestra luna mientras sonríe aliviada al verla, mi cabeza va explotar en busca de una explicación de porque mi madre conoce a Peyton y porque le emociona tanto esto, mamá es muy noble hasta con humanos pero no así.

La familia de mi madre odia a los humanos por culpa de cazadores, mi madre es algo neutral, no le agrada ni los odia pero no es tan caritativa como lo es con Peyton.

― Bien ― responde Andrew.

― ¿De donde la conoces madre? O mejor aún ¿desde cuando se conocen? ― pregunta Austin.

― La conocí hace seis casi siete años atrás, tenia catorce en esa entonces, catorce años recién cumplidos ― habla nostálgica ― era muy diferente en esa entonces ― dice con una sonrisa llena de nostalgia ― la conocí en el orfanato ― habla mientras se hunde en sus pensamientos.

Peyton es huérfana, por eso los malos insultos de Dorina.

― Recuerdo que los invite a conocer el orfanato pero no quisieron ir ― nos mira con reproche ― los primeros días la paso muy triste pero conoció a Lance.

El mismo que menciono Dorina.

Austin McGregor

Oigo a mi madre hablar y las palabras de Dorina son las que llegan a mi cabeza.

― ¿Y quién era lance madre? ― pregunta Axel.

― ¿Como se llevaban Peyton y el? ― pregunta Adam.

― Lance era un niño de quince años, también era del orfanato, casi un adolescente, él fue un amigo muy cercano de ella, la hacia reír, la que la hacia llorar de sus malas bromas a veces, recuerdo cuando veían alguna película juntos, los dos terminaban llorando, Lance era el mejor amigo de Peyton, también Tamara era amiga de ambos, recuerdo que Tamara le rogaba a Mildre porque la llevara al orfanato, eran muy apegados a esos dos que eran el mejor trío de amigos, los tres dormían juntos...

― ¿Los tres? ¿Lance era hombre? ― interrumpe Andrew.

― Lo era, no reprochen que permitiremos eso pasará, el orfanato tiene una gran seguridad y dormían en la misma habitación, no en la misma cama, la monja del orfanato lo permitía por Peyton, Peyton llegó muy mal al orfanato y sumando que los únicos que la sacaban de su área de confort eran ellos, la monja temía que Peyton llegará a hacer una locura y ellos la mantenían bien, realmente me sorprende verla y así de hermosa, lo creímos bien, es increíble lo pequeño que es el mundo porque pudimos ver adoptado a Peyton y así no sería tanto el golpe ahora ― toma una pausa ― luego de casi cuatro años de amistad de esos tres Lance tubo problemas médicos y murió, ese fue un golpe muy fuerte en la vida de Peyton, fue justo cuando Peyton salió del orfanato, había cumplido dieciocho, Lance salió un año antes, se llevaban un año, pero eso no impidió que siguieran siendo unidos, Tamara al cumplir dieciocho también logró que la dejaran vivir en Canadá, tenían planes... No se estresen si Peyton es muy cerrada, Peyton nunca habla de sus problemas, la traté por tres años donde nunca me habló de ella y el último año incluso llegue a pensar que olvidó su vida pasada, es muy probable que así haya sido.

» Creo que la muerte de Lance fue un golpe que volvió más cerrada a Peyton, Tamara siempre estuvo ahí para ellos, también le afecto la muerte de Lance pero no como a Peyton, Peyton y Lance eran más unidos, pero ese pequeño estaba entonces...

― ¿Que sabes de su vida? De Peyton, mientras la conociste ― pregunto.

― Estudio en el colegio donde iba Tamara, donde trabajaba su padre, Peyton fue el orgullo y los dolores de cabeza de su padre, era buena alumna cuando trataba de estudios pero muy... ella en otras cosas, nunca la llegue a comprender, querido esposos mío ¿recuerdan la foto que les mande de su padre bañado en pintura?

― Si.

― Bueno, ella lo hizo --- dice sonriente.

Se del orfanato y lugar del que hablan, fue cuando la manada estuvo bajo ataques y querían la cabeza de mi madre y padre, se fueron a otro país por su seguridad, Canadá era el más seguro para ellos, teníamos conocidos que podían asegurar su seguridad, los Coulter también fueron, mis padres no eran los únicos que corrían peligro, ellos también, mamá ama hacer caridad y había un orfanato que llamo su atención en especial.

Es una sopresa que nuestra mate siempre estuvo de alguna o otra forma cerca.

― Sólo diré esto en resumen ― dice dando un beso en la cabeza de Peyton ― Esta llena de sorpresas, es difícil de tratar, no le gusta la contradigan, suele molestarse fácil, no habla mucho.

― ¿Algo sobre su vida pasada? Dijiste que tenía catorce cuando llegó al orfanato y no le gusta hablar de sus padres ― habla Andrew.

Mamá deja de ver a Peyton, sus ojos han cambiado un poco,por un segundo veo como su iris se vuelve bolitas grises, regresando con rapidez a esos ojos azules que le heredamos.

― Nunca pude descifrarla ― confiesa ― unas veces creía que fue una niña muy amada pero su expediente médico decía lo contrario, no estamos seguros que fueran sus padres ya que ella siempre recalcó que eran buenos pero como dije, nunca pude descifrarla, no creo que haya mentido, sus padres eran buenas personas, con una buena vida y según su vida me es difícil creer que haya algo mal, creo que el accidente automovilístico que tuvo fue el trauma que bloqueo su vida y cambio cosas en ella.

― ¿Que decía su expediente médico? ― pregunta Axel.

― Lesiones físicas, un especialista dio una explicación lógica de cada uno de los golpes y se cerró el tema ya que fue comprobado por otros expertos y tenía lógica, dijo que practicaba gimnasia y estuvo en un equipo... No recuerdo el nombre pero era para escalar paredes o algo así ― responde mi madre.

― ¿Crees que sea difícil? Que acepte somos mates ― habla Adam.

― Depende de ustedes, Peyton puede ser muy comprensiva pero depende de cómo sea la otra persona.

― Gracias ― responde Axel.

Mi madre sonríe poniéndose de pie, nos da un beso a cada uno.

― Cuidado que su padre la aprecia y un paso en falso les puede ir muy mal ― advierte cerrando la puerta.

― ¿Cómo llegó Peyton al orfanato? ― pregunto pero mamá ya no está.

― Mamá comentó un accidente automovilístico.

Andrew McGregor

Creo que me arrepiento de no ver ido a visitar a mis padres a Canadá o ir a ese orfanato para sorprender a mamá o a ese colegio para sorprender a mi padre...

― ¿Porque me excluyes? ― interrumpe Lee mis pensamientos.

― ¿Porque te entrometes?

― ¿Cuando sabrá nuestra mate de mi existencia?

― ¿Acaso no sabe que somos hombres lobos?

― Si, pero no le explicaron las cosas completas.

― Luego que despierte y vea como se encuentra veremos si hablamos de tema o no.

Peyton Aragón

Observo el techo por unos minutos sin mover un solo músculo ¿Qué puedo hacer para salir de aquí? Siento que a donde sea que yo vaya ellos me encontrarán. Todos los acontecimientos que me han pasado y los pensamientos que me están torturando son demasiado dolorosos.

Por una parte está mi pequeño que se está recuperando y necesita ir cada cierto tiempo al doctor, luego que estoy en un país que desconozco, que existen los hombres lobos, que soy mate de cuatro de ellos, lo peor es que son Alfas, no sólo eso ¡Me puedo llegar a morir si los alejo¡ rechazarlos no es una opción a menos que encuentre una convivencia con ellos en la que podamos estar separados sin rechazar a nadie.

Que me encuentren depende de mi abogado, de mi pequeño, de él o de ellos.

Pero vamos, soy quien desaparece y luego aparece ¿Les puedo importar siquiera?

Él es capaz de encontrarme incluso estando debajo tierra.

"― Amar no es una opción para ti sino es a mi, porque con roce de sentimentalismo tuyo esa persona ajena a nosostros morira ¿Quieres una prueba mas para que quede claro?"

¿Y ellos planean yo los ame? Porque es un costo muy grande para mi o mejor dicho para ellos.

Papá murió

Mamá murió

Lance murió

Y los tres murieron por mi culpa, no me puedo dar la posibilidad de querer y más personas mueran, tal vez por eso los Coulter siguen vivos porque aunque yo los quería ellos no a mi y eso duele.

"― No hay algo más débil en ti que la falta de amor y cariño mi alma".

Él tenía razón. Se que todo en mis seres queridos muertos siempre ha tenido una explicación lógica pero yo se la verdad y se que es mi culpa.

Si alguien más me dice que la muerte de ellos es mi culpa lo niego pero no me lo puedo negar a mi también.

¿Engañarme a mi misma? Es imposible.

Cierro los ojos pensando en los cuatro hombres lobo que ahora me tienen en sus garras ¿Qué es lo que puedo hacer?

Ser dócil y buena...

Pensar de forma estratégica y no sentimental a punto de morir.

Si les hago creer que creo en todo eso de lo que hemos hablado tal vez confíen en mi y si dejó "entren" en mi vida podría resultar bien, puedo usar mis dones femeninos, de seducción y persuasión para salir de aquí, llevará su tiempo pero será seguro, ya estando en un lugar seguro para mi puedo comprobar si eso de que sino estamos juntos me debilitó y puedo morir es verdad y su lo es, llegar aún acuerdo con ellos.

Soy su mate... ¿Que acuerdos puedo tener con eso? Dios, es más complicado de lo que creo.

Puedo decir que otro beneficios tiene esto de ser mates y también sus desventajas a la vez poniendo en práctica mis dones. Seducción y sumisión van bien en este caso, son Alfas, necesitan el control y hacerles creer que tienen el control no estaría demás siempre y cuando yo no lo pierda.

Brinco en mi lugar por el susto, la puerta de la habitación se cierra y los veo, Adam camina hacía mi primero.

¿Están locos? No pueden ser tan lindos, encantadores, posesivos y fríos al mismo tiempo. Piensa en lo malo Peyton. Me raptaron y me marcaron. Me incorporo en la cama observando la bandeja llena de deliciosa comida.

― Hola ― saluda Adam con una sonrisa.

― Hola... ¿Es para mi? ― mi voz es tímida y me molesto cuando no es a propósito.

― Lo es ― responde Adam ― es para que te recuperes pronto, el doctor dijo que estas deshidratada y no has comido bien, debes cuidar de tu salud.

Son las fechas.

― Yo lo siento ― me disculpo ignorando mi orgullo.

Los miro con culpa en los ojos así no la siente «pueden sentir lo que siento» debo hacerlo mejor.

― Yo lo siento, ustedes sólo preguntaron por mis padres y bueno yo reaccione mal, como les dije... mis padres no son un buen tema de conversación, y menos si es con personas que recién conozco y me tienen encerrada, últimamente no he comido por los nervios que me cerraban el estómago, es la primera vez que salgo de mi país y miren lo que pasa ― expresó con la mirada en mi comida y la voz suave.

Lo más delicada y suavemente posible.

Adam aleja la bandeja con comida, se sienta a mi lado derecho, para luego Andrew sentarse a mi lado izquierdo y luego Austin y Axel.

Los miro a los viste a.

― En parte es nuestra culpa, lo que para nosostros es normal para ti no lo es ― aclara Adam tratando de subirme el ánimo.

Mi corazón se acelera y se contrae en mi oecho al tenerlos a los cuatro tan cerca, he estado con dos hombres pero no con cuatro.

«Se siente bien» ¿Está mal mi codicia?

¿En qué estoy pensando? ¡No puedo ni considerar estar con todos al mismo tiempo!

― No tomes esto como un encierro, solo no queremos que nos dejes ― expresa Andrew con su cabeza en mi cuello.

¿Cómo llegó ahí? ¿Qué está haciendo?

― Aja... ― me aclaro la garganta y hablo.

Mis manos viajan a Andrew pensando en alejarlo pero se siente bien.

― ¿Qué haces?

Jadeo apretando los muslos.

Su lengua está...

― Austin...

Las manos de ambos tocan mis piernas, creí que sería más difícil esto... me sonrojo cuando toman mi rostro entre sus manos, Austin besa mi mentón y mandíbula.

― ¿Axel? ¿Adam?

Me arrodillandome lentamente en la cama.

¿Porque me gusta tanto?

― Es tu aroma, estas nerviosa y lo hace más fuerte ¿Porque estas nerviosa?

― Andrew ― llama Adam pero no es sólo Andrew sobre mi.