Frunció el ceño, algo que no podía soportar era competir y quisiera o no admitirlo, ella lo habia marcado de por vida, no por el sexo, sino por otra cosa que él ni siquiera sospechaba. —Acércate—sonrío, pero esa expresión asusto mas a Camila, su sonrisa era perversa y su mirada fría y calculadora. "Así son lo demonios realmente" pensó Camila. "¿Con una cara de ángel e intenciones oscuras?" Se levanto y con temor se acerco a él. Julián la miro de pies a cabeza, pero su mente le jugo sucio en ese momento. La imagino en brazos de otro, siendo penetrada mientras ella disfrutaba, pero nada de lo que él imaginaba podía estar mas lejos de la realidad, pero solo así podía castigarla sin remordimiento. Palmo su regazo, pero no para que ella se sentara, sino mas bien para ponerla en cuatro sobr