Me quedé paralizada, no podía ser que alguien supiera lo que había hecho. Mi vista estaba puesta en la pantalla de mi celular, la gente, los murmullos y todo desapareció a mi alrededor. ¿Quien era «P»? ¿Cómo consiguió mi número? Me sentí como cuando estaba en la preparatoria y me llegaban mensajes con amenazas. —¿Carolina? —la voz de Kayler me trajo de vuelta a la realidad. Lo miré. —Es... un mensaje —susurré muy bajo. Además no quería que su nueva manada escuchara y él lo entendió. Pensé que leería mi mente a como antes pero recordé que no podía hacerlo, de alguna manera había bloqueado mis pensamientos. O eso fue lo que había dicho él. Eso me había tranquilizado un poco porque podía pensar con tranquilidad. —Nos vemos en el campus —les dijo a ellos mientras se ponía de