El tipo seguía con su mano en mi boca, pero no le ponía tanta importancia porque mi mirada estaba en Kayler, en que el ruido había llamado su atención, pero luego llegó otro grupo de chicos y lo distrajeron, haciendo que se metieran a la casa. Ahora sí el tipo me soltó, me giré de inmediato para verlo: alto, cabello n***o, medio moreno. —¿Tú quien eres? ¿Como conseguiste mi número y por qué me trajiste aquí? Rió. —Relájate, solo estoy de pasada en este pueblo —retrocedió y empezó a caminar por el camino que vine, así que lo seguí. —No respondiste mis preguntas. —No tengo por qué hacerlo —respondió, sacó un cigarrillo de su bolsillo y lo puso en su boca, luego sacó un encendedor y encendió su cigarro. —Te vi hace unas semanas en el pueblo, me pareciste un poco paranoica. —¿Acostumbras

