Después de nuestro romántico momento a solas donde pude decirle finalmente que tendremos un niño, hemos bajado a continuar con la celebración de su cumpleaños, una que ahora ella quiere que también sirva para dar el anuncio del sexo del bebé. Siendo sincero, ella me puede pedir lo que quiera que yo con gusto lo hare, y si esto es lo que gusta hacer, lo haremos porque también significa compartir nuestra felicidad con las personas que nos importa. Ella me toma de la mano cuando ya estamos a punto de cantarle el feliz cumpleaños, y entendiendo su señal, levanto mi mano —Voy a pedir por un momento que bajen el volumen de la música ¿sí?— Digo amablemente y de inmediato, mi cuñado pone pausa. —Ya está cuñado, ¿Qué sucede?— Pregunta poniéndonos un poco de presión y miro a Mar como preguntándol