Madrugada del 15 de abril Ya son más de las 2:00AM cuando entro a mi departamento y me encuentro un inmenso silencio. Tratando de no hacer mucho ruido, enciendo la luz principal, cierro la puerta detrás de mí, y a pesar del cansancio sonrió al ver las maletas de Mar en la sala. Me hubiese encantado ayudarla a mudarse, pero lamentablemente mi día fue una completa locura. Como ya es costumbre, dejo las llaves sobre la pequeña mesa que hay cerca de la entrada, y camino hacia la cocina. Al llegar, abro el mueble, busco una copa y luego agarro la botella de vino tinto que tengo en la estantería de vino que cuelga de la pared, y la abro para servirme un poco en la copa. Dejo la botella sobre la encimera, y empiezo a disfrutar un poco del exquisito sabor de este vino mientras que intento relaj