EN EL PASADO Anna Tras una mañana de compras para mis nuevos proyectos, llego a casa con los brazos cargados de bolsas. El peso de las compras se siente reconfortante, como si llevara conmigo un pedacito de felicidad. Ir de compras siempre ha sido mi escape, mi momento para relajarme y olvidarme de todo lo demás. Es una especie de ritual que me permite desconectar y disfrutar del presente. Y sí, tal vez también me ayuda a apartar de mi mente al tonto y guapo piloto que sigue rondando mis pensamientos. Y es que me la paso pensando en el noche y día, Alejandro me dijo que habló con él, que supuestamente va a hacer las cosas bien, pero no sé a qué se refiere, solo sé que ya no quiero sufrir. Me dolió mucho saber que tiene o tenía novia, pero ayer cuando ella dijo que Adam terminó su rela