—¿Cómo estás?.
Aquella voz masculina sobresaltó a Hannah, sintió un escalofrío y sólo miró de reojo a aquel hombre que la ponía mal.
—Estoy bien.
—¿Qué?, ahora ni siquiera vas a verme a los ojos, ¿Tanto me desprecias?.
Hannah se giró y negó, —No te desprecio.
—Pues pareciera que si.
—Él rey no aceptará que algo entre nosotros pase y…
Gabriel tomó a Hannah de la cintura y eso le robó el aire por completo a la pobre chica.
—Un vínculo solo es de dos, entiéndelo, solo importa lo que tu y yo queramos.
Hannah miró los ojos azules de Gabriel y sus bonitos labios rojizos, tenía un rostro perfecto, y siempre olía a roble, era agradable y reconfortante poder estar cerca de él.
—¿Qué haces?.
—Me gustas mucho Hannah, solo dejame… — dijo él y hundió su cara en el cuello de la chi
