— ¿Qué te pasa? –digo mirando a Angeles sentada en la mesa, esta callada y pensativa
—Nada – contesta despistadamente
— ¿Entonces porque no has probado tu desayuno? – pregunto mirándola, la conozco y sé que algo pasa, ella siempre está sonriendo y hablando y ahora solo esta como angustiada
— No tengo hambre, estoy bien, mejor cuéntame cómo te fue anoche en la colección de Italmoda – dice para cambiar de tema, no quiero aburrirla contándole las conversaciones con los proveedores, y no creo conveniente mencionar a Minerva, Angeles es muy celosa, además no pasó nada, es mejor que no se entere de ella.
—Bien, estuvo tranquilo – digo secamente, ella me mira intranquila
—Y había muchas mujeres guapas seguramente–dice sarcásticamente, yo la miro fijamente y después sonrío
— ¿Estas, celos
