Jeremy
Verla subir en la camioneta por su propia voluntad me enfureció. Lo estaba haciendo para molestarme, ya que nunca le hablé. Pero algo dentro de mí, me decía que no debería haberla dejado irse, la hubiera retenido, porque eso me iba a costar muy caro.
—Jeremy —una voz desconocida me sacó de mis pensamientos. Selene se había ido hace un rato porque había dicho que la coronarían como reina del baile. —Jeremy, acá —la voz volvió a hablar. Me giré para ver quién era, pero no había nadie. —Jeremy, estoy en el estacionamiento —miré al lugar que me había dicho, y vi a una persona con capucha. La oscuridad no dejaba ver su rostro. Me acerqué cuidadosamente, viendo que no se tratara de una trampa.
—No te haré daño —dijo la voz. Era de hombre. Pareció leer mis pensamientos —acércate, tengo
