—¿Lista? —Me preguntó Jeremy, abriendo la puerta de la habitación. Estaba terminando de vestirme para ir a la universidad, hoy era nuestro primer día y no podíamos llegar tarde. Jeremy había conseguido la beca de fútbol para entrar a la universidad, y con un poco de suerte esperábamos que fuera elegido para jugar en una de las ligas más importantes de América. —Ya voy. —Me encontraba en sujetador y pantalones. Su mirada no bajó de mis pechos. —¡Oye! —lo reprendí. —¡¿Qué?! Son lindos —se mordió el labio inferior. Mierda. Lo hacía ver sexy. —¡Jeremy! —tomé la blusa que me iba a poner, pero él la tomó de mis manos. —¡Dámela! —íbamos a llegar tarde sin comenzaba con sus jueguitos. —Quítamela —sonrió y se subió a la cama. ¡Oh, no! ¡Estaba retándome! —¿Seguro? —levanté