[SANTIAGO] Días largos y llenos de tensión sí que los hay. El haber hablado con Héctor y luego comenzar a hacer todos los preparativos para el nuevo proyecto, me ha dejado agotado. Ya no veo la hora de entrar a nuestro hogar y besarla, cada minuto lejos de ella es una eternidad. Me he acostumbrado tanto a tenerla cerca que sufro cuando no es así y mucho más ahora que estamos esperando un hijo. Estaciono el auto en el garaje del edificio y hago mi camino hacia nuestro piso con ansias. Al entrar a nuestro hogar no puedo creer lo que veo. La mesa está decorada de una manera muy romántica, rosas rojas, velas, y un mantel blanco. Toda la sala está iluminada con pequeñas velas que rodean el perímetro del lugar. Estoy poniéndome muy nervioso, «¿me habré olvidado de alguna fecha importante?» —B