Su tiranía se volvió más dura. Produjeron miles de androides y robots superintendentes para mantenerlos a raya. Hicieron que los androides construyeran la increíble fortaleza que, en el espacio de los años, se convirtió en el Monte Orrork. La manos de obra y los materiales eran abundantes; el tiempo, no. Los maestros comenzaron a usar los cajones de animación suspendida que se sacaron de su nave y supervisaban la producción por turnos: la mitad de ellos permanecerían yacientes mientras que la otra mitad manejaba la construcción durante un año, y entonces cambiarían. Tomó más de treinta años de trabajo continuo realizado por centenares de miles de androides construir a Orrork. No hubo registro de las muertes que ocurrieron dentro de ese tiempo, pero el número debe haber sido fenomenal. Par