Cuando Liam regresó al palacio, le ordenó a las sirvientas que le prepararan el baño, en su antigua habitación, después fue directamente a su oficina. Al abrir la puerta le sorprendió ver que su asistente aún seguía ahí. Liam entró y le dijo. _ Ya es tarde, deberías volver a tu casa. _ ¿Y cree que no deseo volver a mi casa? _ Nadie te detiene, eras libre de irte, no sabías cuándo volvería, ¿Así que porqué esperarme? _ No podía irme sin darle un mensaje de su esposa. _ ¿Mi esposa vino a mi oficina? _ Si, ella vino muy temprano en la mañana a buscarlo, al parecer tenía algo que decirle, ella pidió que fuera a verla cuando llegara. _ Ya veo. _ Ire a verla después. _ ¡¿Qué le pasa, su majestad?! Liam se sorprendió ante la pregunta que estaba haciendo su asistente. _ No me pasa n

