Terran fue al campo de entrenamiento como lo hacía todas las mañanas, para poder enfrentar al rey Isaac, pero esa mañana él no se presentó. Al mediodía, Yael le dijo. — Debería volver a su habitación príncipe Terran, no podré acompañarlo en su camino de regreso así que le pediré a uno de los caballeros que lo acompañe. — ¿Por qué no me acompañas tú? — Tengo algo que hacer, por eso no puedo acompañarlo. — Irás a ver al rey. — Solo quiero ir a ver a mi prometido, espero que lo entienda. Terran sabía que Yael estaba mintiendo, a él también le había parecido extraño que el rey faltará su encuentro. — Si ha pasado algo, espero que me lo cuentes. — No ha pasado nada, el rey debe estar muy ocupado por eso no ha venido. El rey era un hombre que siempre cumplía con su palabra,

