Cuarenta y seis

1519 Palabras

—Tengo que decirte algo —murmuró una agitada y desnuda Ariana, recostada boca abajo junto a mí. —Cariño, si me dices que vas por una ronda cuatro, seriamente voy a perder mi mente —advirtió, haciéndome reír—. ¿Es porque sonaba raro hoy? Sonrío un poco y dejé un beso en su frente. Joder, qué hermosa esta mujer. —Son dos cosas, una de ellas tiene que ver con lo de hoy —murmuró y la vi ponerse de pie, caminando hacia el clóset. Elevé mis cejas con impresión, al ver qué había ropa mía y suya colgada. —Nena, no tienes porqué hacer eso —dije suavemente. —Tenía tiempo, aparte me gusta sentirme útil —me dijo ella, antes de tomar una camiseta negra mía y deslizarla sobre su cuerpo. —¿Por qué ya no estás desnuda? —¿Te puedes concentrar viéndome desnuda? —replicó y yo gruñí. —No. —Ahí está

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR