[DYLAN] Los nervios mientras que la espero al final del pasillo son más fuertes que la primera vez que nos casamos. Tal vez se deba a que en esta ocasión la cantidad de invitados triplica a los de aquella vez, no lo sé… o quizás que esta vez no hay ni siquiera un mínimo espacio para el fracaso, es más ni siquiera puedo pensar en esa posibilidad. Por otro lado, veo a nuestra hija sentada en la primera fila con una enorme sonrisa tatuada en su rostro y por consecuencia sonrió yo también. Lo único que quiero es verla así de feliz siempre, y día a día luchare para eso. Como si lo que siento ahora no fuera suficiente, la marcha nupcial comienza a sonar a todo volumen y mi corazón se agita en respuesta mientras que a la vez las puertas dobles se abren y allí esta ella. Esos ojos azules que me
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