Ya cambiada salgo de mi habitación bajo las escaleras un poco adolorida, por la herida que tengo, en la sala esta la zorra de Yolanda y también el inútil de Eduardo se están besando como si nadie los viera no sé porque verlos así me molesta y me hace sentir triste, carraspeo para hacerme notar, el deja de besar a Yolanda y voltea donde estoy. Eduardo - ¿Qué quieres niña?, ¿no ves que estoy ocupado? Yolanda – mi amor creo que quiere que la beses también (como me cae mal su voz de zorra) Ara – jajaja, ya quisiera, pero prefiero besar a otro, antes que, a ti, pero no me interesa su vida. Eduardo – ni yo, solo detenerte cerca medas asco, dile a Cris que sirva el desayuno. No digo nada más, solo me doy la media vuelta camino hasta la cocina para buscar a Cris, entro a la cocina y veo a Cr