Alessandro… …- ¿Y a ti que te hace pensar que permitiré que te divorcies de mí? – digo perdiéndome en los dos zafiros que tiene por ojos. Tiene la misma mirada que nuestro padre, pero con su propio brillo. - Vete, debo trabajar – dice pasando de mi para volver a su asiento dejando perplejo. - ¿me estas echando? – pregunto molesto mientras ella enarca una ceja. - Pero que listo – dice burlona lo que hace que mi enojo aumente – porque no vas a contar ovejas - No has firmado los documentos – inquiero acercándome hasta donde está, pero ella solo me observa exasperada. - Le diré a mi asistente que te llame cuando el abogado tenga listos los documentos - dice volviendo su atención al computador sobre su escritorio – ahora vete, que debo comenzar a reorganizar mi v