JHON. Llego a casa mucho antes de lo acordado, y confirmo con mis ojos lo que mis hombres me habían dicho. El silencio me da la bienvenida, no se escucha ni un pitido en casa, todo está en orden, las habitaciones están arregladas, no se llevaron nada, sólo cosas importantes supongo. El frío se mete debajo de mi piel cubierta por una camisa azul con mangas hasta las muñecas, siento que la corbata me asfixia, me la quito, y avanzo hacia mi despacho, esto debe ser una broma, Patricia no pudo haberse ido. Me siento en mi escritorio, y me agacho para tomar una botella de vino, me topo con un sobre, lo tomo, es una carta. «Sabes perfectamente que lo de nosotros nos es falta de amor, eso lo tenemos en abundancia, pero la situación de Jhonny fue la gota que rebozó el vaso. No pierdas tu tiemp